En capítulos anteriores: en los mapas del cielo el sol siempre es amarillo....
Como si de Wisteria Lane se tratara:
Me llamo William Truman y pasaba mis veranos en una casa a las afueras de la ciudad, en un barrio residencial, y lo que que allí se vive, en realidad, no ha pasado nunca.
Jardines cuidados, piscinas de agua cristalina y por la mañana, siempre muy puntual, puedes ver al servicio de camino a las casas, siempre desde la misma parada de autobús subiendo lentamente unas cuestas que un día mataran a alguien, cuestas que han sido testigos de más de un suceso que en realidad, es como si nunca hubiera pasado.
Bree Van de Kamp dijo una vez algo que se me quedo grabado: la gente hace cosas horribles cuando saben que nadie les ve (era en versión original y no puedo asegurar lo exacto de la traducción) y si se me quedo grabado es porque siempre he pensado que todos tenemos cosas que esconder, cosas que callar, que nadie es taaan bueno pero... ¿por que nos juzgamos continuamente si todos tenemos esqueletos en el armario?
Una vez dije que Los Truman somos unos expertos en guardar secretos y lo cierto es que a mi me matas antes de que cuente algo de alguien, herencia familiar...
Siguiendo con la tónica de mujeres desesperadas, los peores secretos son aquellos que se dan en los barrios residenciales, cosas que ocurren en el jardín trasero de una casa, cosas que pasa el tiempo y parece que se olvidan pero que van pasando de generación en generación, cuando todo un barrio residencial se entera de tus cosas y tu de las de los demás, lo mas cómodo es seguir yendo cada tarde a las 5 a tomar café a la casa de al lado, como si no hubiera pasado nada... como si aquella llamada a la puerta a las 2 de la mañana de hace 20 años nunca hubiera ocurrido, como si el coche del hijo de los vecinos de dos calles mas abajo nunca se hubiera incrustado en tu jardín o como si no supieras de donde viene la fortuna de los señores de al lado... porque amigos míos muchas veces quien conoce tus secretos, es el dueño de tu futuro.
También en un opening de la serie Mary Alice decía que ¿que hay mas interesante que ver la caída de los poderosos?
Mantén tu jardín limpio, se agradable y no te metas en demasiados problemas, porque si provocas la ira de alguno de estos vecinos, se activara una especie de red de contactos con la única intención de la humillación publica, humillación publica que por otro lado, es de las pocas cosas que a un Truman le hace perder el control de la situación, porque un Truman, queridos lectores, tiene que parecer, que no ser.... perfecto.
Las zonas comunes son preciosas, las casas grandes y espaciosas con enormes jardines, las calles anchas y el pueblo a 20 minutos para hacer la compra, si es que no te la traen a casa, ya iras conociendo a los vecinos... ¿cuando dices que vienes a vivir aquí?
Como si de Wisteria Lane se tratara:
Me llamo William Truman y pasaba mis veranos en una casa a las afueras de la ciudad, en un barrio residencial, y lo que que allí se vive, en realidad, no ha pasado nunca.
Jardines cuidados, piscinas de agua cristalina y por la mañana, siempre muy puntual, puedes ver al servicio de camino a las casas, siempre desde la misma parada de autobús subiendo lentamente unas cuestas que un día mataran a alguien, cuestas que han sido testigos de más de un suceso que en realidad, es como si nunca hubiera pasado.
Bree Van de Kamp dijo una vez algo que se me quedo grabado: la gente hace cosas horribles cuando saben que nadie les ve (era en versión original y no puedo asegurar lo exacto de la traducción) y si se me quedo grabado es porque siempre he pensado que todos tenemos cosas que esconder, cosas que callar, que nadie es taaan bueno pero... ¿por que nos juzgamos continuamente si todos tenemos esqueletos en el armario?
Una vez dije que Los Truman somos unos expertos en guardar secretos y lo cierto es que a mi me matas antes de que cuente algo de alguien, herencia familiar...
Siguiendo con la tónica de mujeres desesperadas, los peores secretos son aquellos que se dan en los barrios residenciales, cosas que ocurren en el jardín trasero de una casa, cosas que pasa el tiempo y parece que se olvidan pero que van pasando de generación en generación, cuando todo un barrio residencial se entera de tus cosas y tu de las de los demás, lo mas cómodo es seguir yendo cada tarde a las 5 a tomar café a la casa de al lado, como si no hubiera pasado nada... como si aquella llamada a la puerta a las 2 de la mañana de hace 20 años nunca hubiera ocurrido, como si el coche del hijo de los vecinos de dos calles mas abajo nunca se hubiera incrustado en tu jardín o como si no supieras de donde viene la fortuna de los señores de al lado... porque amigos míos muchas veces quien conoce tus secretos, es el dueño de tu futuro.
También en un opening de la serie Mary Alice decía que ¿que hay mas interesante que ver la caída de los poderosos?
Mantén tu jardín limpio, se agradable y no te metas en demasiados problemas, porque si provocas la ira de alguno de estos vecinos, se activara una especie de red de contactos con la única intención de la humillación publica, humillación publica que por otro lado, es de las pocas cosas que a un Truman le hace perder el control de la situación, porque un Truman, queridos lectores, tiene que parecer, que no ser.... perfecto.
Las zonas comunes son preciosas, las casas grandes y espaciosas con enormes jardines, las calles anchas y el pueblo a 20 minutos para hacer la compra, si es que no te la traen a casa, ya iras conociendo a los vecinos... ¿cuando dices que vienes a vivir aquí?